miércoles, 31 de agosto de 2016

Rendirse ante las evidencias


Con las series de televisión me paso lo mismo que con la fotografía digital, llegue tarde. Hace años cuando en alguna reunión de amigos salía a conversación Lost o Los Soprano yo permanecía en silencio y era testigo de aquel entusiasmo que mostraban mis amistades. Desconozco si por una ridícula pedantería cinéfila o por temas de horarios pero el caso es que yo todavía no había caído en aquellas tan atractivas redes. Como digo lo de la fotografía fue similar, tarde años en reconocer que el carrete tenía los días contados. Las nuevas tecnologías nos permiten ver esos contenidos cuando queramos y no tener que estar pendiente de horarios y programaciones, por eso haciendo uso de esa facilidad me vi de un tirón la primera temporada de Homeland en un fin de semana, ahí me di cuenta de que estaba asistiendo a una especie de semi-cine, productos de una calidad excepcional con buenos guiones y que lograban entretener y de qué manera. Creo que en alguna ocasión ya he comentado algo sobre alguna serie de televisión, en lo sucesivo haré alguna entrada sobre las que considero que vale la pena ver, aunque el blog seguirá centrado mayormente en el cine. 

martes, 23 de agosto de 2016

Debería


Debería de actualizar más a menudo el blog. Debería de estar estudiando como un loco toda la gramática italiana a la que me voy a enfrentar este nuevo curso. Debería de estar prestando más atención a mi alimentación y poner freno a tanto exceso. Debería de estar más atento a mis amistades y compartir más horas en su compañía. El caso es que con este calor y teniendo a un tiro de piedra el mar me da un poco de pereza. Prometo intentarlo…

miércoles, 17 de agosto de 2016

Variety

Un jovencisimo Alfred Hitchcock

La bellisima Paulette Goddard

Camino de la muerte en Angels with Dirty Faces (Angeles con caras sucias 1938)

Lleno hasta la bandera

Fred MacMurray y Barbara Stanwyck negociando la poliza de seguros en Double Indemnity (Perdición 1944)

Aquellos carteles

Plantilla a sueldo

Aquel chico de Tasmania (Errol Flynn)

Joyas

El coche de Gable

Eterna

Sin él la película no sería lo mismo

La ducha y sus peligros

 Tuve unas gafas de buceo igualitas


Me sigue fascinando

La terrible escena del dentista en Marathon Man (1976)

Mi morena favorita







domingo, 7 de agosto de 2016

The Legend of Tarzan (La leyenda de Tarzán 2016) David Yates/¿Exceso digital?


A decir verdad todavía no tengo claro si me ha gustado esta última entrega basada en el personaje creado por Edgar Rice Burroughs. Puedo jurar que la he visto sin ningún tipo de prejuicios, he procurado olvidar toda esa crítica canalla que se ha cebado con ella, me he sacudido ese karma de que cualquier tiempo pasado fue mejor y durante las casi dos horas de su metraje he tratado arduamente de retroceder en el tiempo y volver a ser aquel niño que se quedaba embobado ante aquella Werner en blanco y negro que teníamos en casa.

 Diría que sobras las posturas forzadas para mostrar tableta

La elección de Christoph Waltz como el malo de la peli me parece de lo más acertado, la escena inicial es muy buena.

Margot Robbie como Jane y Samuel L. Jackson en plan soldado universal, están correctos sin más

Lo digital está presente en la mayor parte de la película

En ocasiones estas escenas resultan de lo más espectacular

Al final me hago la pregunta de rigor, ¿me ha entretenido?... Pues diría que a ratos si y en otros he acabado hastiado de tanta realidad virtual. Veamos, el uso de transparencias y métodos más rudimentarios como el telón teatral siempre ha sido usado en cine para crear ambientaciones, pero creo que hemos llegado a un momento en el que siento cierto distanciamiento. Acepto y entiendo que no se desplace una unidad de filmación al Congo y que se tire de pantalla verde, pero con esto nos están negando una de las maravillas del cine que son los exteriores. En cuanto a la historia creo que la han aderezado en exceso, por momentos no sabía si estaba ante un producto Marvel o visionando una versión ecológica del caballero oscuro, la parte final es un auténtico exceso, pero bueno, es de suponer que se intenta captar a un público joven deseosos de cacharrería visual. En definitiva, una de esas películas que posiblemente no volveré a ver, al menos en mucho tiempo.





lunes, 1 de agosto de 2016

La escena (The Karate Kid 1984)


Le sucede lo que a muchas otras cintas de los 80, vista hoy puede llegar a provocar algún que otro bostezo. De lo que no cabe duda es que dejo huella en nuestro imaginario popular con aquel famoso… “dar cera, pulir cera”… En todo caso todavía se deja ver en una de esas madrugadas con insomnio.